Leo en el blog de John Allsopp una reflexión que coincide mucho con comentarios que he escuchado repetidas veces por estos lados. John escribe un post titulado Accessibility is about people, not compliance, o La accesibilidad es acerca de la gente, no del cumplimiento
, donde habla sobre el cumplimiento de las normativas y estándares y el objetivo de fondo para hacerlo.
Sucede que desde agosto de este año está vigente en Chile el Decreto Supremo 100 (D100), que establece una serie de normas para los sitios web del Gobierno, fundamentalmente sobre disponibilidad, estándares y accesibilidad básica. Por su carácter normativo, los sitios de Gobierno deben acatar y cumplir la norma, a diferencia de iniciativas anteriores como la Guía Web para los Sitios de Gobierno, que establecía recomendaciones y buenas prácticas.
Lo que me hace notar el post de John Allsopp es que he observado que se enfrenta el tema del D100 como el cumplir con la norma sin entender el alcance de ella. Un ejemplo, y tal vez el más notorio, es el del uso y la validación de HTML y CSS. El D100 indica que se debe utilizar HTML estándar y válido, el objetivo es que exista mejor interoperatividad, separar contenido de presentación, estructurar mejor el contenido. Pero algunos funcionarios, e incluso proveedores, lo perciben como que hay que validar
, sin importar la calidad del HTML, porque es lo que pide la ley, por desconocimiento de la naturaleza de lo que se está normando.
Yo no digo que se deba descuidar la validación, pero es importante tener en cuenta que el objetivo es generar sitios de mejor calidad, no sólo aprobar formalmente los estándares. Y eso finalmente significa validar HTML porque se hizo un buen trabajo separando el contenido de la presentación, estructurando el contenido apropiadamente y no porque el objetivo fuera sólo validar.