Diseño de las Cosas Cotidianas

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Desde hace un par de meses que estaba en la lista de espera de mis lecturas el libro de Donald Norman The Design of Everyday Things. Finalmente comencé a leerlo y la espera no ha sido en vano. Ya desde el principio me encontré con una anécdota que vale mencionar.

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Portada de El Diseño de las Cosas Cotidianas con su título actual.

Cuenta Norman que originalmente el libro se llamó La Psicología de las Cosas Cotidianas, pero su editor le hizo notar que la palabra psicología hacía que en las librerías y bibliotecas éste se catalogara junto a los libros de psicología en lugar de aquéllos relacionados con interacción humano/máquina. Norman se dedicó a conversar con bibliotecarios y personal de librerías y comprobó la situación.

La anécdota de esto es que incluso él, que había escrito un libro sobre el diseño centrado en el usuario, había cometido un error considerable: no pensar en sus lectores, sino en sus colegas académicos, a quienes el título evidentemente complacía. Fue entonces que decidió cambiar el nombre en futuras ediciones a El Diseño de las Cosas Cotidianas.

Para sumar a la anécdota, es posible encontrar copias de ambas ediciones en Amazon: la primera versión, La Psicología de las Cosas Cotidianas y la segunda, El Diseño de las Cosas Cotidianas.

Cito la anécdota de Norman no como un acto de autoindulgencia sino, por el contrario, como algo a tener en cuenta, un recordatorio de que hasta en las cosas más simples, no debemos olvidar al usuario o destinatario final.

Más comentarios sobre el libro en cuanto avance la lectura.