A propósito de la reedición de el factor humano, he estado los últimos meses recuperando y reeditando contenido antiguo, armando un nuevo diseño y preparando un tema para el CMS prácticamente desde cero. Y siendo el tiempo un recurso escaso, es fácil perder la perspectiva y pretender tener una versión 100% lista para publicar. Esto hace que los hitos se aplacen y la fecha de lanzamiento se aleje.
Pues bien, paradójicamente, esto es uno de mis temas de trabajo en el último tiempo: la modernización de los procesos de gestión y desarrollo de proyectos web, pasando de proyectos caracterizados por hitos fijos, cerrados, a la concepción del desarrollo continuo y del producto mínimo viable, o MVP.
Actualmente, no es posible pensar en ciclos de definición y desarrollo de proyectos web que tarden muchos meses e incluso años antes de publicar una nueva versión del producto o servicio. La competencia no lo permite, y la demanda de los usuarios tampoco.
Pero esto no es sólo un tema que afecte a la implementación tecnológica, sino que también incluye a los tiempos requeridos para la investigación de usuarios, la definición de estrategias digitales y el diseño de la experiencia de usuario.
Es por esto que las soluciones que hasta ahora han procurado enfrentar esto, no siempre son satisfactorias: las metodologías ágiles, provenientes del mundo de la ingeniería de software, se enfocan en el desarrollo, y en ellas los procesos y roles vinculados a la experiencia de usuario son secundarios, subordinados a la visión de ingeniería.
Los procesos Lean, por otro lado, provienen del mundo start-up, y buscan comprobar rápidamente si un producto o servicio es viable, antes de invertir más en él. Lean UX busca cerrar la brecha, incorporando la experiencia de usuario como eje de la definición del producto. Sin embargo, se reduce mucho el espacio de investigación y el trabajo con usuarios suele estar enfocado en comprobar la viabilidad del producto y no su usabilidad.
En general, la necesidad de ciclos de desarrollo más breves es muy presente en el mundo privado, pero recientemente está siendo considerado en servicios pioneros del mundo público. Un ejemplo de esto es el Government Digital Service del Reino Unido —GDS—, que incorpora metodologías ágiles. Una publicación interesante sobre este tema lo vi esta semana en el sitio de Transport for London: Agile continuous delivery in the cloud – Part 1.
En Chile, en el sector público, la Unidad de Modernización y Gobierno Digital, utiliza metodología ágil y entiendo que el Laboratorio de Gobierno también. Pero claramente, son excepciones.
En fin, hay diferentes estrategias para enfrentar el desarrollo continuo, que permiten de una forma u otra, lanzar versiones parciales, pero funcionales de un producto, sin tener que esperar completar ciclos extensos. El desafío es integrarlos con una adecuada investigación de usuarios que permita definir estrategias digitales adecuadas y diseñar experiencias de usuario efectivas.
Dejo el tema abierto para seguirlo tratando en próximas publicaciones.